De todas partes vienen.
El emblemático dúo ofrecerá dos conciertos, 8 y 9 de mayo.Olimareños e ilustres pueblan con sus canciones el Centenario.
En ceremonia realizada ayer en la Intendencia Municipal de Montevideo, Pepe Guerra y Braulio López fueron distinguidos como "Ciudadanos Ilustres de Montevideo", y esta noche a partir de las 21.00 hs se concretará el primero de los dos conciertos que ofrecerán en el Estadio Centenario.Ilustres. Pepe y Braulio recibieron la condecoración de manos del intendente Ehrlich. En la mañana de ayer, los treintaitresinos radicados en Canelones, José Luis Guerra y Braulio López fueron declarados "Ciudadanos Ilustres de Montevideo" por parte del intendente Ricardo Ehrlich.
En ceremonia a la que asistieron diversas autoridades comunales, colegas músicos, familiares y amigos de los artistas agasajados, Ehrlich subrayó el carácter republicano del evento, señalando que Los Olimareños han acompañado con su arte los últimos cuarenta años de la historia de los uruguayos. Visiblemente emocionado, el intendente capitalino destacó la trascendencia que las canciones de este emblemático dúo han tenido y tienen en el sentir colectivo de nuestra sociedad, señalando además la calidad humana de ambos artistas.
Por su parte, López y Guerra agradecieron el homenaje participando del mismo a los autores de sus canciones así como a todo el pueblo uruguayo que ha mantenido siempre vigentes su música y sus canciones tanto durante el exilio, como luego de la disolución del dúo.
Tras un lapso de diecinueve años Los Olimareños volverán esta noche a ofrecer su inimitable arte a la gente, a aquellos que los han erigido en eje fundamental de la canción popular uruguaya y también a un público nuevo que nunca los ha visto en escena. Sin lugar a dudas, el de esta noche, así como el de mañana serán dos recitales que quedarán registrados entre lo mejor y más emotivo de la historia música popular uruguaya de todos los tiempos. Será uno de esos hechos de la cultura popular que atraviesan las generaciones y el tiempo. Será un concierto del que se hablará dentro de veinte, de treinta y de cincuenta años.
Será un concierto del que se dirá "yo estuve allí".
Esta noche en el Estadio Centenario se podrán escuchar canciones que le marcaron el camino a varias generaciones de uruguayos con una forma de ver la vida y el mundo. Allí se escucharán "El orejano" , "Isla Patrulla", "Los orientales", "Ta llorando", "Milonga del fusilado", "Del Templao", "A Don José", "Rumbo", "A Simón Bolívar", "La ariscona", "De cojinillo, "A mi gente", "Hasta siempre" y otras tantas canciones que forman parte de lo más destacado del cancionero popular uruguayo.
En esta sociedad globalizada del siglo XXI, el olvido, en el caso de las canciones de Los Olimareños, no existe.
Como lo expresamos con anterioridad, Los Olimareño es uno de los proyectos artísticos que se convirtió en el sistema nervioso y emocional de la mayor parte de los uruguayos, un proyecto que este fin de semana volverá a cobrar forma ante los auditores y será, según sus propias palabras para saldar "una deuda contraída con el pueblo uruguayo, con esa gente que durante casi dos décadas, además de mantener en el tapete al dúo, a cada paso nos preguntaban para cuando iba a ser posible el regreso como Los Olimareños".
Pepe Guerra junto a Braulio López durante años, y aún cuando debieron marchar al exilio, alcanzaron una dimensión artística insospechada y de formidable repercusión y prestigio internacional, y prácticamente bajo la tutela de los entrañables Ruben Lena y Víctor Lima, el dúo tuvo una convivencia compositiva y expresiva de alta incidencia y solvencia.
Los Olimareños, con cuarenta y cuatro discos editados recorrieron el mundo entero.
El dúo se disolvió en 1990 y aunque desde entonces cada uno de sus integrantes siguió recorriendo la senda de la canción popular de manera individual, el mismo permaneció vivo en la memoria colectiva de todos los uruguayos como un punto referencial.
Más que un conjunto de canto popular, Los Olimareños se han constituido en un fenómeno social irrepetible.
En la etapa más dura del país, a partir de 1973, Los Olimareños fueron prohibidos, pero sus canciones permanecieron porfiadamente en los labios de la gente, tanto en los centenares de miles de uruguayos que emigraron como en los que se quedaron. Tras la disolución de dúo, López
había afirmado premonitoriamente lo siguiente "No creo que Los Olimareños se terminen aunque hayamos dejado de cantar, porque la gente los recogió en su memoria y van a quedar para siempre acá en el Uruguay. Y me atrevo a decir más, en Latinoamérica, porque el nombre
Los Olimareños es muy significativo también en otros países".
Lo cierto es que tanto Pepe como Braulio son un pedazo enorme de un modo del ser y estar uruguayos. Con una estética que se ha nutrido considerablemente de los modos y quehaceres del cancionero o mapa de la música popular contemporánea y latinoamericana, Los Olimareños se
reconocen por su cuidada arreglística y por ese equipaje de cuño coral que les proporcionó su identidad particular.
Luego de este fin de semana, quienes hayan concurrido tendrán la intransferible sensación de haber asistido a un hecho histórico. Habrá mucha emoción, pero también mucho espacio para la reflexión.
Entre la emoción y la conciencia, el estadio Centenario se vestirá de fiesta.
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